Ser un auténtico líder tiene más que ver con la capacidad de convencer que con la antigua costumbre de los jefes (del Pleistoceno) que se basaba en el ordeno y mando. Para liderar un equipo no sirve cualquiera pero sí que podemos tratar de enseñar a los jefes a acercarse a la tendencia moderna de liderar en lugar de dirigir. Parecen términos similares pero os aseguro que su fondo es totalmente distinto.