Bienvenidos veraneantes, estamos en esa semana de transición, esos días en los que las ciudades vuelven a estar más llenas y se nota en el transporte público. Son jornadas en las que el grueso de los trabajadores se incorpora a sus puestos.
Sin duda este es el verano de Pokémon Go, la saga de animalitos imaginarios ha hecho cumbre y no solo en el monte Fuji, ¡es un fenómeno mundial! Si no lo crees compruébalo tú mismo, solo tienes que asomarte a la ventana. Esos jóvenes que ves absortos con sus teléfonos no están viendo vídeos en Youtube, ni siquiera están tuiteando; ese señor que lleva su móvil adherido al manillar de su bicicleta no está mirando el GPS… No hay parque en la que no te cruces con alguien inclinado sobre su smartphone y sí, eso ya pasaba antes, pero ahora es una verdadera epidemia.
Las marcas se han convertido en generadoras de contenido y cada vez tienen más en cuenta el Branded Content como una opción para comunicar su filosofía sin interrumpir a sus destinatarios y ofreciéndoles valor añadido y de calidad. Han pasado de trasladar sus mensajes corporativos de manera tradicional a contar historias con las que despertar el interés del consumidor con una finalidad lúdica, pedagógica o informativa. Pero ¿sabemos qué es y en qué consiste el ‘Brand Journalism’ o ‘Periodismo de marca’?
Es un hecho, cuanto tienes un problema o una necesidad concreta tiras de Internet. Por lo que es indispensable que las empresas estén bien posicionadas en los principales buscadores. Esta tarea no es sencilla, es una carrera de resistencia y siempre sujeta a cambios de rumbo porque nadie conoce los algoritmos concretos en los que se basan los buscadores para arrojar sus resultados.
Después del éxito de los antieuropeístas en el dichoso referéndum del Brexit, no han faltado las voces que se han empeñado en decir que el inglés dejará de formar parte de las lenguas de la Unión Europea y que, por tanto, ya no tendrá sentido estudiarla. Bien. Pues por si acaso alguien se lo ha creído por un segundo, permitidme deciros que el inglés está aquí para quedarse, aunque el Reino Unido se vaya con su reina a otra parte.