Siempre se ha dicho que la tecnología será buena para los medios de comunicación y el periodismo si las empresas de información la saben utilizar. Hoy, las redes sociales, la Inteligencia Artificial (IA) y Ucrania nos devuelven al primer plano el reto del periodismo en Internet.
De la importancia e influencia de las redes sociales y el uso de la Inteligencia Artificial han dado cuenta hechos históricos recientes que las generaciones actuales hemos vivido ya: ‘La primavera árabe’ o ‘el movimiento 15M en España’ pueden resultarnos más cercanos en esta orilla sur de Europa.
Aquel mantra de que con Internet todos tienen las mismas opciones de expresar su opinión y todos tiene la posibilidad de escucharla, hoy ha quedado muy matizado.
El uso de las redes sociales, como estamos viendo en el caso de la invasión de Ucrania, son un claro ejemplo de cómo se puede hacer un uso encomiable de ellas para movilizar a la sociedad. Y de todo lo contrario.
La otra guerra digital de Ucrania
Desde que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo un llamamiento a su pueblo y a la comunidad internacional en Tik tok, tras caer el primer misil, logró levantar una resistencia con la que Vladimir Putin no contaba, según los expertos. También abrió un multicanal para retransmitir en directo al mundo la brutal agresión del ejército ruso. Y además, generó una ola de solidaridad en Europa desconocida hasta ahora.
Fue clave ese discurso en perfecto ruso dirigido a sus 144 millones de vecinos del Este que eligieron en su día a Putin, y entre los que estaba creciendo el descontento incluso antes de la invasión. De las técnicas de Zelenski ha dado buen cuenta El País en los últimos días hablando de ‘la otra guerra de Zelenski”.
Hasta ahí, la cara buena de esa moneda de cambio que son ahora las redes sociales. Porque también existe una cruz: la de la censura ejercida por el Kremlin cerrando las redes sociales cuyo control está en el bando opuesto, léase la clausura en Rusia de Instagram o la ralentización de Twitter.
Y también forma parte de esa cruz más fea de la misma moneda la fuerte actividad desplegada por las páginas web afines al régimen autoritario ruso. Sites que operan desde mucho antes de la guerra en Ucrania, y que tuvieron su papel en momentos como las elecciones americanas que no ganó Donald Trump y que terminaron con el asalto al Capitolio. Esas webs han entrando en juego en ‘la otra guerra de Ucrania’.
Nuestros clics sobre Ucrania ‘trabajan’ para la Inteligencia Artificial
Esta ‘artillería digital’ del Kremlin tiene experiencia de usar en el pasado la Inteligencia Artificial para seleccionar los contenidos y el target al que debe dirigir sus mensajes pro-rusos. También da muestra de que la IA está jugando su papel, mediante algoritmos, en la configuración de la opinión pública respecto al conflicto bélico.
Este escenario bélico en las redes viene a añadir más conflicto al intento de los medios de comunicación por buscar una salida a la crisis de modelo, aún sin resolver, desatada por la llegada de Internet y el flujo gratuito de la información.
Hoy, los medios, que nutren páginas y horas con contenidos de la guerra de Ucrania recibidos a través de las redes e internet, vuelven a generar un flujo de información ingente sobre los gustos, ideas, sentimientos, preferencias, hábitos de consumo, etc., de quienes hacemos clic en esta o aquella noticia.
El uso de las redes sociales en la guerra de Ucrania nos devuelve otro ejemplo más de que la IA ha derivado hacia un modelo de negocio que prima la extracción de datos personales para elaborar contenidos que tengan ‘la mejor venta posible’.
A veces, se hace pasando por encima de la privacidad de los ciudadanos, y limitando por la vía de los algoritmos, el acceso del público a otras visiones de un mismo conflicto, o de aspectos económicos, sociales, culturales…
Es posible enriquecer intelectualmente a las personas y fomentar el diálogo. Un diálogo necesario para evitar que determinados conflictos se reproduzcan.
¿Se está haciendo esto ahora con la Inteligencia Artificial, Ucrania y el periodismo?
El reto del periodismo
Inteligencia artificial, Ucrania y periodismo constituyen una ecuación que devuelve a la mesa de debate el reto del periodismo y el uso de la tecnología en el proceso de elaboración de la información.
Una vez más, el denominado ‘cuarto poder’ tiene en su mano la oportunidad de ejercer como tal para equilibrar los que figuran en la constitución (ejecutivo, legislativo y judicial).
Estamos ante una creciente dinámica economicista de las empresas periodísticas, que buscan desesperadamente su viabilidad financiera en el contexto de internet, y usan algoritmos para ofrecer contenidos atractivos a sus públicos. Y ahí, donde los periodistas, y sobre todo sus empresas, tienen la opción de no limitarse a esa ‘oferta de carril’.
Es posible enriquecer la oferta informativa con contenidos que hablen de ideas, visiones, ópticas, prismas… Contenidos que buscan el clic por la vía de tentar al internauta y ponerle ante sus propias contradicciones. En otras palabras, poniendo en valor el factor humano del periodista en el proceso de elaboración de la noticia.
Con Inteligencia Artificial, la Comunicación puede ayudar al periodismo
Una tarea que enlaza con la labor social de los medios de comunicación. En ese reto, las empresas de consultoría de comunicación podemos echar una mano. Primero, mediante el diálogo constante con nuestros públicos, y después, elaborando relatos basados en la transparencia y la objetividad.
Relatos que muestren esa otra cara de la información que los periodistas necesitan. Relatos que vayan más allá de los algoritmos. Para ello, los consultores de comunicación también disponemos de herramientas que pueden ayudar en el proceso.
Por ejemplo, la elaboración de documentales interactivos o i-docs. También la promoción conjunta con los medios de laboratorios periodísticos basados en el principio ‘prueba-error’.
Igualmente, puede ser útil la exploración conjunta del metaverso para adentrarse en esas otras visiones diferentes a las que marca el algoritmo del receptor. Y lo más importante, la visión y experiencia periodística del consultor para generar relatos de interés que sumen al objetivo final del periodismo.
Dicen los maestros modernos de la Comunicación que lo que interesa a los ciudadanos interesa al negocio. También el negocio puede ser más rico si periodistas y comunicadores generamos audiencias más ricas, mostrando realidades virtuales que amplían los parámetros que marcan los algoritmos.
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