¿Habéis visto el anuncio de la Lotería de Navidad? ¿Y qué os ha suscitado? ¿Sois fans o detractores? Basta un vistazo a las redes sociales para darse cuenta de que no ha pasado desapercibido. Eso es bueno tratándose de un anuncio, ¿no? Es parte de su cometido: llamar la atención, algo que se ha puesto muy difícil, o eso dicen. Abiertamente os digo que estoy en el grupo de los detractores, aunque aquí, en Dédalo, también tiene sus defensores. Después de reflexionarlo un poco, a lo que ha contribuido el debate con mis compañeros, os cuento por qué no me gusta.
https://twitter.com/juananprz/status/798171535219560449
- Es emotivo pero mentiroso, construye una ilusión sobre un engaño colectivo. No es que haya magia, la magia de la Navidad, esa que el calvo soplaba en las bolas. Lo que tenemos es un pueblo entero que miente a una jubilada que no sabe en qué día vive, algo que también me pasa a mí cuando estoy de vacaciones. Las mentiras pueden generar emociones y hasta construir realidades, pero serán realidades falsas, nunca serán auténticas. Conclusión, no las uses en tu comunicación.
Por favor, si me ocurre lo mismo que a la abuelita del anuncio, a mí pegadme una guantá y decidme la verdad #AnuncioLoteriaNavidad
— Julia JB (@Juliajib93) November 14, 2016
- Pinta un cuadro costumbrista (lleno de tópicos facilones aunque efectivos) ignorando el contexto. Resultado: da lugar a interpretaciones que se alejan del mensaje que se pretende transmitir. Sabemos quién es el emisor del emotivo anuncio, Loterías del Estado.
Engañan a una jubilada y le hacen creer que tiene más dinero.
El anuncio de #LoteríaNavidad está basado en hechos reales. pic.twitter.com/DhHNfgvcok— Javier Durán (@tortondo) November 14, 2016
- Como no tiene en cuenta el contexto, no hay estrategia de adaptación en los mensajes de forma que pueden percibirse como inadecuados.
A los del patético #AnuncioLoteriaNavidad les ha faltao que la abuela llevara el décimo a Bankia y le vendieran preferentes
— La Bruja Morada (@Bruja_Morada) November 14, 2016
- Terminas de verlo y piensas, pues vaya, sí que están mal las cosas, la lotería de Navidad ya no toca ni en el anuncio. Animar no anima mucho a lanzarse a por un décimo ¿Que ese no es el mensaje, que lo importante es jugar, es la ilusión, es compartir? Pues más ilusión nos haría que de verdad le hubiera tocado la lotería a la abuela. Que fuese auténtico.
https://twitter.com/mcuestadormir/status/798290715927117824
Es un anuncio sensacionalista, como casi todo lo es hoy. Un buen ejemplo de esta nueva cultura del consumo donde como dice Verdú “la imagen ha ganado mucho terreno a la imaginación…la emoción ha robado prestigio a la reflexión… la instantaneidad ha vencido al proceso y el suceso puro a su explicación”.
Lo que no nos cuenta el anuncio es lo que pasa cuando Carmina sepa la verdad. Aunque en la red hay algunas sugerencias nada tranquilizadoras.
Cuando Carmina se da cuenta de que toda su familia, el pueblo y hasta la guardia civil la ha troleado con la lotería de Navidad ! pic.twitter.com/88R3QTS1wN
— Fer Novato (@fer_novato) November 14, 2016
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