Lord Browne of Madingley fue directivo de British Petroleum durante más de doce años. En ese tiempo se propuso introducir e implantar la idea de que las empresas podrían y deberían crecer generando un bien a la sociedad de la que forman parte. Es decir, Lord Browne es uno de los pioneros de lo que más adelante se conoció como Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Fue la propia Harvard Kennedy School, del Gobierno de Estados Unidos, quien señaló en 2006 que «BP había propiciado un cambio en las reglas del juego, logrando un nivel de rendimiento por encima de las expectativas sociales, y en el camino asumió el liderazgo de la industria en lo relativo a la Responsabilidad Social Corporativa». En aquel año, Browne seguía dirigiendo la petrolera. Todo esto hace aún más sorprendente que el autor ya no crea en su propio vástago, o al menos eso expone en su último libro, ‘Connect’, en el que argumenta que la Responsabilidad Social Corporativa está –según sus palabras- “muerta”. No obstante, a juzgar por sus reflexiones, cabría pensar que no está muerta, sino que está obsoleta.
Con demasiada frecuencia, las empresas ven únicamente la Responsabilidad Social Corporativa como una mejora de su imagen. ´Connect’ recoge testimonios de importantes directivos en esta línea. Sir Howard Davies, el nuevo presidente del Royal Bank of Scotland, afirma: “Dedicamos la semana a pensar en el negocio y los viernes por la tarde concedemos media hora a la RSC”.
La RSC, quizás, necesite una revisión como expone Lord Browne:
- Ha fracasado en su principal propósito de construir una relación más fuerte entre las empresas y la sociedad.
- Ha demostrado ser irrelevante para la reputación de una empresa frente a los escándalos corporativos.
- Ofrece pequeñas y vagas respuestas a un problema que requiere un cambio de imagen a gran escala.
- Desde la dirección de las empresas se considera la RSC como algo caro e innecesario.
- Mientras que la sociedad percibe los esfuerzos empresariales en este sentido, como mera publicidad para alcanzar los objetivos empresariales.
Cambiar el enfoque de la RSC
Ninguna de las partes está satisfecha. Por este motivo, Browne se siente tan pesimista, a pesar de lo cual considera que cambiando el enfoque la Responsabilidad Social corporativa resucitará.
La Responsabilidad Social Corporativa no debería ser un elemento para la mejora de la imagen de marca, sino la base para construir esa imagen de marca. Es indiscutible que las empresas tienen un compromiso con la sociedad y la RSC debe formar parte de su esencia y de los valores de su cultura corporativa. Trabajando desde esa premisa, las organizaciones conseguirán el equilibrio entre sus necesidades y obligaciones que se traducirá en un beneficio global: compañía, empleados y sociedad. Por ejemplo, es cada vez más frecuente que fondos de inversión valoren y premien las políticas y prácticas empresariales enmarcadas dentro de la RSC
En definitiva, hay que trabajar en nuevas áreas que permitan a las empresas devolver beneficios a la sociedad. Como decía Browne hace casi veinte años: “Es posible crecer generando el bien a la sociedad”.
Aurora Echevarría
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