Por eso la definición originaria de la RAE de ‘empresa’ se ha cargado de matices en los últimos años. Así, una organización ya no se centra únicamente en la consecución de beneficio económico. Si quiere ser sostenible en el tiempo, tiene que apostar por un comportamiento responsable. Hablamos del voluntariado corporativo.
Durante la última década hemos sido testigos de cómo han variado los criterios de búsqueda de empleo. Por poner un ejemplo, la llamada generación millennial no sólo busca formar parte de estructuras empresariales que les garanticen una estabilidad económica. Este grupo además de buscar un trabajo que les permita conciliar la vida laboral y profesional, quiere formar parte de organizaciones con valores y compromisos adquiridos con el entorno que les rodea.
Trabajador feliz. Trabajador productivo
De esta forma, cada vez son más las compañías que ponen en marcha estrategias de voluntariado corporativo como un pilar más en su organización. Una circunstancia que no nos extraña si tenemos en cuenta que se trata de uno de los factores que más influyen a la hora de ampliar la visibilidad de una empresa, mejorar su reputación, atraer talento e incrementar el compromiso del empleado.
Y de nuevo volvemos a hablar del binomio trabajador feliz– trabajador productivo .Gracias al voluntariado, los empleados desarrollan habilidades clave para la empresa: servicio al cliente, liderazgo, capacidad para trabajo en equipo, empatía, tolerancia, innovación… a la vez que se sienten satisfechos con el voluntariado desarrollado. Todo ello se traduce en un rendimiento notable dando lugar a mejores resultados y como consecuencia a un mayor beneficio para la compañía. Conclusión: todos contentos.
Pero además, según explican desde Adecco, el voluntariado no sólo mejora las habilidades de los trabajadores, sino que tiene un efecto importante en el orgullo de pertenencia en la empresa: los empleados descubren afinidades comunes y agradecen trabajar en un lugar comprometido con las necesidades del entorno. Al mismo tiempo, incrementa su autoestima, generándoles un sentimiento de satisfacción por poder ayudar a los demás. Y todo ello tiene una incidencia directa en la mejora del clima laboral.
Las ventajas del voluntariado corporativo siguen
El voluntariado corporativo enriquece la comunicación interna, creando nuevas relaciones entre los empleados de diferentes departamentos, áreas y niveles de la organización. Mejora significativamente la imagen y reputación de la empresa, reforzando la lealtad externa hacia la marca. Además de ser la mejor herramienta para implicar a los empleados en la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa.
Todo ello sin olvidarnos de la huella altamente positiva que el voluntariado corporativo genera sobre el grupo de población y sector de la sociedad en el que impacta.
Si aún no tienes claro los beneficios que puede generar este conjunto de actividades promovidas y apoyadas por la empresa y que involucra libremente a los trabajadores, echa un vistazo a la siguiente infografía. Está realizada por Fundación Telefónica, International Association for Volunteer Effort y Voluntare, Red de Voluntariado Corporativo.
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