Vivimos en la sociedad del bienestar. La transformación digital ha venido para quedarse y facilitar nuestras vidas: tanto la personal como la profesional. Muchas de las tareas que antes nos llevaban horas ahora se resuelven en un solo click y de forma casi instantánea. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en el mundo actual. En muchos ámbitos parece que bienestar es sinónimo de consumo y consumo sinónimo de low cost. Esta premisa, que ya lo copa casi todo, ha llegado también al mundo de la consultoría de comunicación.
BBVA, Telefónica y Repsol abrieron la veda hace 20 años creando un gran marketplace para gestionar sus relaciones con los proveedores. En aquel momento, especialmente a los que ofrecemos servicios de consultoría estratégica, nos sorprendió tener que pagar un canon para poder optar a trabajar con estas empresas. Con el paso del tiempo, un gran porcentaje de compañías ha dado un paso al frente en este sentido y cuenta con un departamento interno de compras para administrar de forma eficiente todos los proveedores y sus costes. La iniciativa tiene todo el sentido del mundo en aquellos productos y servicios cuantitativos, como el material de oficina o los servicios de limpieza. Sin embargo ¿qué pasa cuando las empresas extrapolan esto a productos y servicios de valor añadido?
¿Está capacitado un empleado/equipo de una empresa con perfil financiero para testar, valorar y contratar los servicios de comunicación para su compañía? ¿Puede tomar decisiones sin tener en cuenta el criterio de su departamento de comunicación? ¿Se puede acceder a un servicio cualitativo con unas premisas cuantitativas?
La respuesta es obvia pero, a veces, las empresas no lo ven tan claro. Buscan tu consejo y acompañamiento ante una crisis de reputación, por ejemplo, pero te miden con el proveedor de bolígrafos.
Las cualidades más demandadas
La directora de Linkedin para España y Portugal, Sarah Harmon, aseguró en el Congreso Anual de Mentes Brillantes que actualmente las competencias y habilidades mas demandadas son la comunicación verbal, la colaboración, la persuasión, el liderazgo y la curiosidad. En un mundo donde todo evoluciona tan rápido, la diferenciación de los perfiles profesionales viene dada por las «soft skills»; Estas habilidades de crecimiento personal no caducan con el tiempo y permiten involucrar a los equipos, modificar de forma rápida escenarios de trabajo, gestionar situaciones de crisis y ser creativos ante nuevos escenarios.
Mientras esta tendencia se consolida como un hecho innegable en los departamentos de Recursos Humanos de las empresas, los de Compras abogan por el ahorro de costes a cualquier precio y la búsqueda de servicios de comunicación low cost. En su día en este blog ya abordamos algunas diferencias entre agencia de comunicación y consultoría estratégica y el perfil de los equipos es una de ellas. Lo que está ocurriendo actualmente es que en ocasiones, las empresas quieren comunicación estratégica a bajo coste y eso no es posible porque el valor añadido y los intangibles no cuadran en un excel.
Tendremos que esperar a ver hacia donde apuntan las tendencias. En plena revolución industrial/digital es posible que muy pronto tengamos una app para el móvil que permita chequear en tiempo real los costes de los proveedores. Sin embargo, eficacia y eficiencia no siempre van de la mano. Al menos cuando se trata de contratar los servicios de una consultora de comunicación.
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