‘Perfil bajo’ no es ‘no comunicar’. En este 2019 traemos a nuestro blog una reflexión que suele levantar encendidas discusiones entre los colegas de la comunicación. En algunas ocasiones… ¿debemos dar la callada por respuesta?.
La respuesta es no. Y lo explicamos de una manera sencilla y directa. La estrategia que solemos llamar de ‘perfil bajo’ no debe confundirse con ‘hacer mutis por el foro’ ante una situación adversa o de crisis para una compañía. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, el espacio que no ocupas lo ocupan otros, posiblemente con mensajes que no coinciden con tus intereses, ni con la estrategia de tu empresa o cliente.
Escenario confuso
Cierto es que el escenario ha evolucionado muy rápidamente, y que hoy en día, con la proliferación de medios digitales y de las redes sociales, la información se sucede a una velocidad de vértigo. Y en consecuencia, la decisión de aplicar un ‘perfil bajo’ no es sólo fruto de una preferencia de la empresa a la hora de enfocar la comunicación en situaciones concretas, sino de que se sepa mantener el pulso y no perder de vista los objetivos y estrategia de proyección pública que se hayan fijado a medio y largo plazo.
Por lo tanto, el primer criterio que conviene tener en cuenta es que no hay reglas generales y que cada situación requiere su planteamiento ‘ad hoc’. Para ello hay que tener en cuenta el escenario, los factores exógenos y la propia naturaleza del proyecto empresarial para el que se gestiona la comunicación.
Y un segundo criterio, muy importante, no debemos confundir no dar información con proporcionar sólo la información que podemos. En este punto muchas veces se juega la credibilidad de la empresa, con el riesgo añadido de llevarse por delante toda la estrategia de comunicación y, lo que con ella se ha logrado construir. Pero ¡ojo! no confundas… ‘Perfil bajo’ no es ‘no comunicar’.
Siempre estar
En el otro lado de la balanza pesa el principio fundamental de que siempre hay que estar para los medios. Un aspecto que también encierra graves riesgos, porque parte del éxito de nuestra estrategia está en la credibilidad ganada, para la cual, una de las reglas es ‘no estorbar’, es decir, sólo tomar la iniciativa de hablar cuando se tiene algo que decir.
Esto no quiere decir, insistimos, en que cuando no se tiene nada que decir haya que callar. Si los medios reclaman información existe un término medio que es contar sólo aquello que se puede, porque con ello mantienes ocupado tu espacio sin que otros lo copen y conservas la línea de comunicación con el medio, especialmente si estamos ante un escenario adverso o de crisis que aún no está resuelto.
Es decir, medir lo que se dice, dónde se dice, cómo se dice y cuándo se dice y tener claro por qué se dice, frente al planteamiento de no decir nada y ocultarse.
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