El orden de los factores SÍ altera el resultado… en Lengua

Si tuviese que resumir todo lo que aprendí en la asignatura de Matemáticas me bastaría una sola frase: El orden de los factores no altera el producto. Después de horas y horas de sumas, restas, raíces cuadradas, derivadas e integrales, lo que más recuerdo es eso, que el orden de los factores no altera el producto. En Matemáticas, claro.

Si nos vamos a Lengua, el orden de los factores lo es todo y el producto puede incluso matar a algún inocente transeúnte que pasaba por allí. Así que hay que ser cuidadoso y no ir tirando elementos a la frase sin ton ni son. Sobre todo cuando vivimos en una era digital en la que parece que vale todo, desde el punto de vista lingüístico, y en la que la inmediatez juega en contra de la calidad.

En lengua, el orden lo es todo

La Real Academia de la Lengua tiene normas para todo, sin embargo, en esto del orden de los factores nos deja solos ante el peligro. Muchos dicen, y entre ellos mi jefe como abanderado, que para escribir bien solo hay una máxima: sujeto + verbo + predicado (ahora complementos). Claro, eso es fácil, pero ¿cómo se ordenan los complementos?

Evitar la ambigüedad

Mi consejo es que te busques las mañas para evitar todo tipo de ambigüedad. Por ejemplo, un titular que se me quedó grabado:

titular 1

 

¿Qué pasa, que Errejón tiene otro padre que pertenece a otro signo político? ¿Cuántos padres tiene Errejón? ¿Cómo se puede desambiguar esta frase? A ver qué te parece mi propuesta: José Antonio Errejón se enfrenta con su hijo por Monedero.

Te voy a poner otro ejemplo más fácil que seguro que sabrás resolver. Aquí el problema se encuentra en el complemento del nombre, que se separa del sustantivo al que acompaña y da como resultado una frase muy desconcertante: […] descubrir aspectos desconocidos por el gran público del matrimonio. Efectivamente, en este caso, solamente hay que recolocar ese del matrimonio justo detrás de aspectos, que es el nombre al que se refiere.

Está claro que la Lengua no tiene nada que ver con las Matemáticas —que me lo digan a mí, que mientras sacaba buenas notas en la primera casi sin esfuerzo, sudaba la gota gorda para sobrevivir en la segunda. Lo fundamental es ser consciente de que no todo vale y de que hay que ser prudente a la hora de colocar los elementos.

Si te has quedado con ganas de más, te dejo un último titular para que sigas practicando esto de la desambiguación de enunciados:

titular2

Recuerda, para arreglarlo solamente debes seguir un principio a rajatabla: en Lengua, el orden de los factores altera el producto.

 

Marina Zamarreño
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