Apoyar la conciliación laboral está de moda. Incluso Mariano Rajoy se ha sumado al carro y hace unos días propuso las medidas del PP en esta línea. Aboga por finalizar la jornada laboral a las 18 horas, cambiar el huso horario, fomentar la creación de bancos de horas en las empresas y beneficios fiscales para las empresas que cumplan con las medidas de conciliación.
Cuando hablamos de conciliación no solamente estamos hablando de conciliación familiar o de reducciones de jornadas maternales. La conciliación tiene que ser para toda la sociedad. Para la gente con hijos y sin hijos, para los solteros y casados, para directivos y para becarios, para hombres y mujeres, en definitiva, conciliación real para todos.
Yo estoy tremendamente a favor de la conciliación, de la implantación de horarios más flexibles y del teletrabajo. Pero siendo realistas, la conciliación en comunicación continúa siendo nuestra asignatura pendiente.
En consultoría nuestras funciones convergen entre los periodistas y las empresas, por lo que nuestros servicios deben manejar los tiempos e intereses de ambos. Muchas compañías están liderando un cambio positivo en cuanto a conciliación. La consultora Great Place to Work elabora todos los años el ranking sobre las mejores empresas para trabajar en España. Al margen de la generación de empleo, lo que valoran el 98% de los trabajadores es contar con áreas de descanso, el 95% el horario flexible y el 86% el teletrabajo. Asimismo, un 93% de las empresas líderes disponen de algún método para asegurar la equidad salarial entre hombres y mujeres. Gracias a estas condiciones laborales, el promedio de rotación en las empresas que encabezan el ranking apenas es del 1,6%.
Presentismo Vs productividad
Por lo que basándonos en estos avances, podríamos vaticinar que teniendo en cuenta nuestras sinergias con las compañías, la conciliación en comunicación es posible. El principal problema radica cuando se trata de coordinar horarios con los medios. Todos sabemos que los horarios de cierre de los diarios son muy complicados y este ha sido siempre nuestro gran escollo para conciliar. Pero siendo realistas: ¿tiene sentido que estemos sentados en una oficina hasta las 8 de la noche para atender una posible llamada de un periodista que casi con toda seguridad tiene nuestro móvil o nuestro correo electrónico?. Sin olvidar que las jornadas en un departamento de comunicación suelen empezar a primera hora de la mañana. ¿Es sostenible para los ejecutivos la ausencia de conciliación?. ¿Es viable generar equipos de trabajo sólidos que no tienen tiempo para su vida personal?. ¿No deberíamos reflexionar por qué las agencias tienen tantos problemas para retener talento? ¿Por qué el sector de la comunicación tiene niveles de rotación del 25%?.
Ahora que todos nos enorgullecemos por emprender estrategias de Employer Branding y nos esforzamos porque los empleados sean embajadores de marca, ¿no deberíamos empezar por conciliar?. Si queremos fidelizar el capital humano: ¿por qué no empezar por una mayor flexibilidad en la comunicación?.
Está claro que en comunicación nunca vamos a poder descansar ni desconectar al 100% de nuestro trabajo. Son gajes del oficio y si has elegido dedicarte al a comunicación es porque te pone la adrenalina y el trabajo bajo presión. Pero hoy en día un ejecutivo puede estar perfectamente conectado con su smartphone o su portátil, al mismo tiempo que concilia (a su modo) vida personal y profesional.
Cada vez es más obvio que las empresas que quieran atraer y, sobre todo, retener talento, deben trabajar con herramientas y estructuras que permitan la conciliación de todos sus empleados. Para que las medidas sean efectivas hace falta coherencia. Los líderes de los equipos deben involucrarse en los cambios culturales de las compañías para generar una cultura empresarial más flexible. Una nueva dinámica que tenga claro que no hay relación entre el “presentismo” y la productividad.
Hay mil estudios que demuestran que conciliar aumenta la productividad, reduce la rotación de personal, aumenta el compromiso de los empleados, minimiza el absentismo, mejora la percepción de la empresa y su capacidad para reclutar los mejores talentos en el futuro.
Siendo así: ¿es posible la conciliación en comunicación?. ¿Conseguiremos avanzar hacia políticas más flexibles? #YoConcilio
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