Según la RAE, reputación significa “opinión o consideración en que se tiene a alguien o a algo”. Según los expertos en comunicación, “la reputación de una empresa es el resultado de la imagen de aquellos que la integran y de sus actos y de la forma en que estos son percibidos por sus grupos de interés”. Por tanto, la reputación online es el reflejo de nuestro prestigio y de la consecuencia de nuestros actos en Internet. Sí, suena redundante, pero no hay que olvidar que de nada sirve tener en marcha un plan de comunicación brillante y una imagen intachable si en la red nuestra huella deja bastante que desear.
Construir una buena imagen de marca conlleva mucho tiempo y esfuerzo. Si al teclear el nombre de tu empresa lo que aparece en la primera página de Google son noticias negativas, si las críticas de tus seguidores en las redes sociales reciben una mala respuesta o son ignoradas, y si el contenido que publicas va totalmente en contra de los valores de tu compañía, puedes verte envuelto en una crisis de reputación online. Entonces, ¿Cómo hacer para que no se desmorone ese prestigio que tanto has tardado en conseguir? Te damos algunas claves:
Sin embargo, sería un error ignorar a todos aquellos usuarios que critican tu marca, ya que algunos de ellos lo harán porque no están contentos con tu servicio y eso puede representar una oportunidad para mejorar. Por eso, lo más aconsejable es identificar al usuario y gestionar las quejas con sentido común y transparencia, como indican en Enredandoporlared.com.
Éstos son solo algunos ejemplos de cómo cuidar y gestionar nuestra imagen en Internet. ¿Qué otros se os ocurren?
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